domingo, 24 de enero de 2010

Catedral


El edificio que ocupaba el espacio donde hoy se encuentra el Ayuntamiento de Guadalajara, era el Palacio del Arzobispado. La foto es de fines del siglo XlX o pricipios del XX y efectivamente ese edificio fue el Palacio Episcopal el que el Ayuntamiento de Guadalajara ocupo el 15 de septiembre de 1915 instalandose ahí las Cuartas Casas Municipales, hasta el 31 de julio de 1948, exceptuando el lapso comprendido entre marzo de 1922 a enero de 1923, en que fue ocupado el edificio por las fuerzas constitucionales y el Cabildo se vio obligado a trasladarse de nueva cuenta a lo que habían sido sus Terceras Casas Municipales. Este edificio, conocido como ex Arzobispado fue adquirido por el clero a finales del siglo XVIII y lo reconstruyó totalmente el obispo Diego Camacho y Avila.

El clero tuvo posesión de este inmueble hasta 1860, cuando lo ocupó el Ejército Liberal, después el gobernador Y comandante militar del Estado, general Pedro Ogazón, puso en vigor la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, expedida el 12 y 13 de julio de 1859 y en virtud de ésta, pasó el edificio a ser propiedad de la nación. En 1863, durante el gobierno del general José María Arteaga, estuvieron sus oficinas en este Arzobispado, pero con motivo de la aproximación del ejército francés (enero 1864), volvió a ser ocupado el edificio por el clero. Después de muchos problemas, son expulsados en julio de 1914 a la entrada de los revolucionarios a la ciudad, al mando del general Alvaro Obregón y el inmueble pasó a las nuevas oficinas del Ayuntamiento.

Antes de la instalación del Ayuntamiento en el edificio, el ex-Arzobispado fue aseado y desinfectado en su totalidad, durante el mes de febrero de 1915, trabajos a cargo de la Junta Directiva del Consejo Superior de Salubridad. En los meses subsecuentes se arreglaron las vidrieras, herrajes, chapas en las puertas, cuatro letrinas y un mingitorio. Se le colocó cemento en los pisos, etcétera; costando todo esto más de 30 mil pesos. Una descripción de lo que era este Palacio Episcopal, nos narra Villa Gordoa en su "Guía de Guadalajara", nos dice que "...Una gran puerta dorada con dos columnas de orden sencillo caprichoso da entrada a este edificio que es de dos pisos y, se compone de dos departamentos. El primer patio es amplio y rodeado de cuatro corredores que sostienen veinte columnas de orden jónico, correspondientes a otras en igual número que forman los cuatro corredores superiores que pertenecen al orden corintio.

La escalera es de una elegancia notable y de estilo gótico, hallándose colocado en la pared que la limita un cuadro pintado al óleo que representa a Ntra. Sra. del Rosario, de buena ejecución. El techo de la escalera lo forma una airosa linternilla rematada en bóveda... El segundo patio es un poco más reducido que el anterior y las columnas de los corredores pertenecen al orden toscano. En el primer piso de este departamento se encuentra establecido un colegio de infantes dedicado exclusivamente a enseñar música, canto e instrucción primaria a los niños que hacen de monaguillos y componen el coro de la Catedral...

Este edificio, fincado donde antes era una casa pequeña y de mal aspecto, fue construido en el año de 1852 por don Manuel Gómez y por orden del señor obispo D. Diego Aranda. Su coto fue de 46, 000" (descripción de 1888). Ya en funcionamiento las oficinas administrativas del Ayuntamiento, hubo varios acondicionamientos y composturas menores, al paso del tiempo la ciudad y la población crecía y con ello la demanda de servicios públicos, viéndose obligado el Ayuntamiento a modernizar sus instalaciones para dar un mejor servicio. En 1919 se instaló la sección médica que atendía a los detenidos en la Inspección General de Policía y a los empleados de las oficinas municipales.

En 1920, se instalaron las oficinas de censos y se amplió el departamento de Inspección de Bebidas y Comestibles. En marzo de 1922, regresaron a las Terceras Casas Municipales, porque tuvieron algunos problemas con lo referente a quien era el dueño del ex-Arzobispado, estuvieron en esas Terceras Casas hasta enero de 1923. En el año de 1934, se vendieron las antiguas Casas Consistoriales al gobierno del Estado en 60 mil pesos y el 13 de octubre de 1939, el edificio del ex-Arzobispado le fue concedido al municipio por el general Lázaro Cárdenas, Presidente de la República. Una vez que el ayuntamiento tuvo la seguridad que ya no sería despojado del edificio, hizo una serie de mejoras materiales, que se inauguraron el Iro. de febrero de 1946, siendo presidente municipal Marcelino García Barragán. En la ceremonia de inauguración, se colocó una placa alusiva en el cubo de la escalera. Estas obras no duraron mucho, pues dos años después, el inmueble fue demolido para construir el actual Palacio Municipal, Los trabajos se iniciaron el 23 de agosto de 1948 y desapareció completamente la construcción el 12 de octubre del mismo año.

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