miércoles, 17 de junio de 2009

miércoles, 10 de junio de 2009

Santuario



A solo 6 años de ser obispo Fray Antonio Alcalde, fundó un nuevo barrio con la erección de un templo. Se colocó la primera piedra del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe el 7 de enero de 1777, cuatro años después y el 7 de enero de 1781 la iglesia ya estaba concluida. Esta fue el núcleo del barrio del Santuario, que es el más significativo de esta ciudad, tanto por lo urbanístico, religioso, político, social económico y administrativo. Cuando llegó Alcalde a estas tierras tapatías, los límites del ciudad eran, por el norte, la del Convento de Santo Domingo (templo de San José), el Colegio de Niñas de San Diego (Garibaldi, González Ortega), y la antigua Plaza de Toros (hoy Mercado Alcalde). Veinte años después de la muerte del Alcalde (1792), el barrio del Santuario ya estaba bien desarrollado. La ciudad ahora se extendía hacia el Hospital de Belén u Hospital Civil), detrás de este nosocomio estaban las barranquitas, en al cual fueron sacrificados muchos de los vecinos españoles, durante la ocupación del ejercito insurgente, encabezado por Miguel Hidalgo. En ese mismo año ya estaba terminado y en servicio el Santuario de Guadalupe con un cementerio en el atrio (llamado de Guadalupe), construidas y equipadas las famosas "cuadritas" que eran vivienda para familias pobres, que pagaban rentas pues meramente simbólicas.

Eran 158 viviendas ocupadas por el mismo número de familias y 576 habitantes ; se puede considerar que estas "cuadritas" fueron las fundadoras del barrio, de lo que hoy sólo nos quedan parte de la fachada de la finca número 576 de la Avenida Alcalde.

También existía el Beaterio, escuela de niñas con enseñanza de artes y oficios (hoy Palacio Federal), ya en servicio el jardín del Santuario, la Escuela de Niños con su casa del maestro, en Hospital Civil y la Iglesia de Belén. En1787, dio inicio la construcción del hospital y la iglesia de Belén, ampliando consideradamente el área urbana por la parte norte, mientras que por el noreste nacía muy pobre, aislado y rudimentario el barrio del Retiro ; pasó el tiempo por iniciativa de Alcalde, se establecieron los primeros talleres familiares de hilados y tejidos, que ayudó en mucho a la economía de la ciudad y las familias del barrio del Santuario, eran famosos los rebozos que estas industrias familiares hacían.

En el siglo pasado, el ritmo de expansión de este barrio se mantuvo, pero en el último tercio de este siglo se quiso convertir en residencial, comenzaron a levantarse casas muy suntuosas para ricos hacendados, familias ricas, etc., en Santa Mónica, Pedro Loza, Alcalde, Reforma, Garibaldi, Angulo y otras ; como ejemplo tenemos las famosa "Casa de los Perros"", obra del Ing. Arnulfo Villaseñor.
A pesar de esto, el barrio mantuvo su carácter predominante de clase media, es por eso que vemos fincas señoriales junto a otras no tan señoriales.

Famoso este barrio del Santuario por sus personalidades nacidas o radicadas en él, como Agustín de la Rosa (protector de la niñez tapatía), el presbítero Severo Díaz (astrónomo), Silverio García (benefactor), Agustín Yañez que nació en la casa 523 de Manuel Acuña, etc.

La gran fiesta anual de este barrio se celebra el 12 de diciembre. El historiador Dávila Garibi en sus "Memoria Tapatías" nos dice que la época más brillante de los festejos Guadalupanos en esta ciudad fue a mediados del siglo pasado cuando por la invasión norteamericana de 1847, el fervor nacionalista se enardeció manifestándose particularmente en estas conmemoraciones. Este festejo dedicado a la Guadalupana consistía en un novenario con organización de un convite, en el que se incluía "un carro lujosamente adornado en el cual varias preciosas niñitas vestidas de ángeles repartían los programas de la función". Dávila Garibi nos informa que : "el número saliente del programa era la procesión que en la tarde del día doce o del domingo inmediato salía del Santuario de Nuestra Señora y recorría las calles que entonces se llamaban de Santo Domingo, San Diego y el Santuario... las calles del trayecto casi quedaban entoldadas con numerosos lazos de ropa ; tápalos finos de burato multicolores, mascadas de seda chinas y otros lienzos finos propios de la época.
Las ventanas se veían cubiertas con cortinas blancas de punto o de tachihual adornadas con moños de listón y ramilletes y coronas de flores artificiales. El pavimento se regaba con hojas verdes y flores naturales sobresalientes sobre ellas con abundancia, frescura, tamaño y color lo que en aquel entonces llamaban catrina, hoy más conocida con el nombre de "Flor de Noche Buena" ; también se adornaban las casas, aceras, etc.
La imagen de Guadalupe era sacada en procesión, visitando casas particulares del barrio donde se habían levantado bellos altares o simplemente, depositaban la imagen por unos momentos sobre los marcos de las puerta o de las ventanas , "lo más caracterizados vecinos se disputaban el honor de cargar el cuadro de nuestra Señora de Guadalupe durante la procesión, en la que además de la Guadalupana salían las imágenes titulares de otros varios templos, los cuales formaban una especie de corte de honor". Todos los 12 de diciembre en el jardín del Santuario se quemaban 12 castillos en honor de la Virgen, había danzas, vendedores de cañas, mueganos, celestinas, varitas de tejocotes enmielados, cacahuates y otras golosinas.

La fonda de la Valentína (Valentina Santos Oropeza) ofrecía el sabroso pollo, famoso nacional e internacionalmente. Aquí acudieron para probar los pollos Francisco Villa, Henry Ford, Lazaro Cárdenas, Manuel Avila Camacho, Margarito Ramírez, Everardo Topete, Agustín Yáñez, Jesús González Gallo, como entre otros. Valentina Santos nació en Nochistlán Zacatecas en 1876.

Al jardín del santuario se le llamo Hidalgo, porque frente a la iglesia existió una estatua del Padre de la Patria, figura que tenía una mano hacia arriba y en la otra portaba un estandarte Guadalupano ; era de barro y al paso del tiempo unos jóvenes la destruyeron a pedradas.

En la segunda mitas del siglo XX al noreste del barrio se establecieron algunas tenerías (que antes estaban en Mexicaltzingo). El señor Genaro Aceves Mezquitán nos cuenta : "El mercado de la plaza de toros ; hoy Alcalde fue "de toros", Por dos razones : por las calles de Pino Suarez, Manuel Acuña y Herrera y Cairo ; los domingos vendían "toritos de barro" con un pitito que hacían los indios de Santa Cruz de las Huertas ; valían a dos centavos. Después se vendió la loza de barro : jarros, cazuelas, comales.
La otra causa es que entre las calles de Herrera y Cairo, belén y Pino Suárez estaba la plaza de toros, que se llamo la colorada. En ella torearon : Joaquín Hernandez Parrao, Juan Calleja el Colorín, Juan Jiménez el Excejano, y otros más. Recuerdo que en la plaza de toros, para el 15 de septiembre, por venía se hacían toros y circo. Por un real, se estaba en sombra y por medio real en sol.
Primero era el circo y luego seis toros o viceversa".

Continua narrando que : "El mercado no era como lo es hoy ; en aquel tiempo, era un puro jacalón de lámina de Zinc... al costado oriente del templo del santuario estuvo el hospital militar, llamado Hospital de Sangre, precisamente donde hoy día esta el Palacio Federal, Correos, Telégrafos".

WEB Guadalajara: ciudad de las rosas http://www.guadalajara.net/html/barrios/04.shtml

Nuestra Señora de Zapopan

Franciscano

Foto antigua del Santuario de Zapopan

Foto antigua del Santuario de Zapopan

Foto antigua del Santuario de Zapopan

Foto antigua del Santuario de Zapopan

Basílica de Zapopan

Basílica de Zapopan (1942)

Artesanos de Tlaquepaque

Artesanos de Tlaquepaque

Artesanos de Tlaquepaque

Artesanos de Tlaquepaque

Artesanos de Tlaquepaque

jueves, 21 de mayo de 2009

Vista aérea de Guadalajara en 1942


Vista aérea de Guadalajara en 1890


Universidad de Guadalajara en 1936


Tranvía en av. Corona en 1924




Los tranvías de dos pisos de Guadalajara, construidos por McGuire Cummings, fueron numerados 50 y 51. Esta rara vista del 50 demuestra la “cubierta de la decencia”; esto permitía a las damas respetables subir las escaleras. El fotógrafo miraba hacia el norte en la calle Corona, con la Catedral a la distancia.

(Tomado de "Tranvías de Guadalajara" de Gustavo Granero)

Comentario de Luis Flores

Torres de catedral


Cipico cargamento de ollas


Templo Expiatorio en construcción



Templo expiatorio, proyecto del arquitecto Adamo Boari, La obra se inicia en 1897 siendo arzobispo Pedro Loza y Pardavé, de 1912 a 1919 por la Revolución Mexicana se suspenden los trabajos, mismos que posteriormente se reinician a cargo del Ing. Luis Ugarte Vizcaíno y que termina el Arq. Ignacio Díaz Morales
y ´lvarez Tostado hasta la muerte del Cardenal Losé Garibi Rivera en 1972.

Las puertas de bronce son diseño del escultor mexicano, Benito Castañeda, los mozaicos de la fachada son del pintor Francesco Bencivenga elaborados en los talleres del Vaticano así como los vitrales diseñados por el pintor francés Maurice Rocher y el retablo del altar mayor es de Javier Corberó de Barcelona.


Templo Expiatiorio


Templo expiatiorio


Templo de Santa Mónica


Templo de Santa Mónica


Templo de San Sebastián de Analco


Templo de San José de Gracia

Templo de San José de Analco




Los franciscanos tenían fundado un convento en Tetlán, cerca de San Pedro, Tlaquepaque, pero al fundarse Guadalajara los franciscanos cambiaron su convento al sitio donde actualmente esta ocupado por San José de Analco. Junto con los frailes se vino casi toda la población indígena de Tetlán (cocas y tecuexes), rumbo a la región de Analco, palabra que se significa "al otro lado del río". Al año siguiente 1543 se trasladaron a la otra banda del río, que después sería el Baño de las Delicias y la plazuela de San Fernando, entre Héroes y la Calzada Independencia. Ya para 1550, Analco tenía 500 habitantes, ¡imaginese ! doblaban la población de Guadalajara en ese mismo tiempo. A principios del siglo XVII, aumentó la cifra a tres mil habitantes y Analco cobró mucha importancia. De 1542 a 1543 se comenzó a construir una pequeña ermita de adobe y zacate en la parte sur de San José de Analco, aquí se colocó una imagen de San Sebastián Mártir, que rápidamente cobro fama de muy milagroso en el pueblo indígena.

La mitad de San Sebastián en el siglo XVII, "se agrandó sucesivamente hasta formar una nave central con dos capillas laterales que la cruzan al centro" sobre el primitivo pueblo de Analco no existen referencias históricas. La población indígena de este pueblo ayudo a edificar buena parte de la primitiva Guadalajara, faenas y trabajo ; preferían los trabajos de habilidades artísticas y artesanales, pues Francisco Mafra nos dice que : "sin saber leer ni escribir fue causa de que muchos indios de los pueblos de Mexicaltzingo y Analco saliesen excelentes lectores, escribanos, músicos de todo género de instrumentos, de los cuales hasta hoy ha habido grandes organistas, bajoneros y cornetas y de alguno de ellos se ha servido la catedral y hoy esta sirviendo tres puntos".

Los habitantes de Analco siempre se distinguieron por sus dotes artísticos, artesanales y creativos, pero también recibieron los perores tratos y abusos de los españoles, Mota Padilla narra que : "teniéndolos sino por esclavos, a lo mejor esclavizados, porque como los indios son ignorantes y en materia fiárseles o suplírseles no reparan, los dueños de haciendas los cargaban de crecidas cantidades, con lo que les imposibilitaba el desempeño : por lo que hizo se practicasen las leyes que prohiben el que a los indios se les fíen arriba de cinco pesos, que es lo que pueden pagar cómodamente...". Roberto Sánchez Escobar decía que: "frente al templo de San José de Analco, se hizo una plazuela bardeada, que hacía las funciones de mercado, con un hidrante para el uso del pueblo.

En el presente siglo se construyó la fuente estilo colonial, junto con el trazo del actual jardín. Algunas personas ancianas me refirieron, que también fue rastro". Antes de la guerra de Independencia, Analco fue declarado barrio de la ciudad y oficialmente en 1821. En el siglo XVIII San Sebastián se amplió con las capillas de Nuestra Señora de la Salud, del Calvario y del Virgen de Guadalupe, tenía un atrio muy grande y una plazuela que fue mercado y baratillo, después se construyó una escuela que actualmente es un pequeño parque.

A principios del siglo XX en el solar antiguo del templo, se construyó la casa de ejercicios espirituales, la cual perduro hasta 1914 en q ue "fue incautada", también ahí se encuentra el bello "Patio de los Angeles", arquería y columnas que pertenecieron al patio del claustro del Convento de Santa Mónica. Este barrio de Analco abarca de la Calzada Independencia a la Calzada del Ejercito, y de la Plaza de la Bandera por el oriente ; de la Avenida Revolución por el norte a la calzada 5 de febrero, en el sur en la avenida 5 de febrero y la calle de los Angeles, junto al río estaba el famoso Molino de la Joya y atrás de este hacia el oriente, estuvo el panteón de los Angeles, del 2 de noviembre de 1829 hasta mediados de los años 20 de este siglo, pues el Gobernador José Guadalupe Zuno construyó el Estadio Municipal, que a principios de los 50´s fue demolido para edificar la vieja Central de Autobuses, inaugurada por Agustín Yáñez el 8 de julio 1955, este barrio recogió la antigua pastorela y le dio un sello propio, principalmente a finales del siglo anterior y primeras décadas del actual.

La profesora Elisa Gallo de Preciado nos dice las pastorelas que : "sus promotores más importantes lo fueron Don Prudencio Guerrero y Doña Victoria Madrigal. Don Prudencio Guerrero presentó su pastorela en la finca que fue ocupada, intercaladamente como plaza de gallos, en la antigua calle de Aguila, hoy Insurgentes y era tanto el público que asistía, que se compara a la concurrencia a una función de box hoy en día, en la Arena Coliseo, situada también en el barrio de Analco".

Famosas también fueron las "jamaicas" y las celebres verbenas ; decía la profesora Gallo, es una "especie de feria que se celebra para reunir dinero con fin benéfico... con gran alegría y vistosidad se efectuaba al aire libre en local acotado o circulado" ;refiriéndose a las verbenas decía que : "eran en el barrio de Analco, brillantes, pues se reflejaban los dos aspectos en un pueblo ; el religioso, pues en septiembre era la llegada de la Virgen de Zapopan al templo de Analco ; al aspecto cívico, patriota, en la celebración del grito de Independencia". Elisa Gallo nos cuenta una sabrosa leyenda : "En 1940, fue el año que estuvo más en boga la canción Capullito de Alheli, y era tanta la ingenuidad de los vecinos del barrio de Analco, que bajó de popularidad, porque ocurrió la versión de que se aparecía un catrín "el diablo" silbando esta canción.

Poco a poco corrió el rumor a todos los barrios de Guadalajara y prohibieron escucharla y cantarla. Las jovencitas que no obedecían, eran severamente reprendidas por sus tías abuelas". Actualmente Analco "En un barrio empobrecido, punteando con sus innumerables talleres mecánicos, sus vecindades y casuchas. Barrios laboriosos y creativos por tradición, hoy lo sigue siendo como barrio proletariado".

WEB Guadalajara: la ciudad de las rosas http://www.guadalajara.net/html/barrios/01.shtml

Templo de San Francisco


Templo de San Felipe


Templo de San Felipe


Templo de San Felipe


Teatro Degollado




En 1855 comenzó a gestarse la idea de que Guadalajara debía contar con un teatro digno de los jaliscienses. Siendo gobernador del estado el general Santos Degollado es emitido el decreto para su edificación. Originalmente se aceptó designar al teatro con el nombre de Alarcón, en honor del dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, el autor teatral mexicano más destacado en los tres siglos virreinales. Sin embargo, tras la muerte del general Degollado fue firmado un decreto para cambiar el nombre del edificio. El autor del proyecto, la ejecución de los planos y la dirección de la obra corrió a cargo del arquitecto tapatío Jacobo Gálvez, quien determinó la colocación de la primera piedra en el año 1856.

Diez años después se verifica la apertura oficial con la representación de la ópera de Donizzetti, Lucía de Lamermoor interpretada por la afamada soprano y actriz Ángela Peralta, conocida mundialmente como El ruiseñor mexicano. El edificio corresponde al periódo neoclásico y en la actualidad, tras su última restauración, es de los mejores conservados en Hispanoamérica. Su sala principal, muy semejante a la Scala en Milán, alberga importantes obras de arte, siendo la más relevante el mural que representa el Canto Cuarto de la Divina comedia, obra de la literatura universal escrita por el poeta Dante Alighieri, ejecutado por los pintores jaliscienses Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor.

A lo largo de su historia, el teatro ha tenido varias reaperturas: el 13 de septiembre de 1866, el 30 de octubre de 1880, el 15 de septiembre de 1910, el 28 de junio de 1941, el 8 de septiembre de 1964 y el 25 de noviembre de 2005.

En su más reciente restauración se aplicaron transformaciones muy relevantes al inmueble, como la colocación de nuevos pisos, butaquería, trabajos de pintura, sustitución de luminarias, cambio de duela en el escenario e instalación de plataforma hidráulica, instalación de nuevo sistema de aire acondicionado y remodelación de área de camerinos, entre otras. En el marco de esos trabajos, también se aplicó restauración a la hoja de oro de 23 3/4 kilates en áreas como arco de proscenio, águila colosal, marcos, columnas, remates y mascarones en proscenios. Sumamente importante también fue la restauración del telón guillotina que representa una escena griega llamada Festival ateniense, obra que data de alrededor de 1880 y cuya pintura fue ejecutada por el artista italiano Carlos Fontana.

En la actualidad, el recinto es sede de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y de espectáculos relacionados con el teatro, ópera, danza y festivales artísticos y culturales.

Santuario de Guadalupe


Santuario de Guadalupe


Sagrario metropolitano


Pozo en 1890


Plazuela Universidad en 1949


Plaza de la liberación


Plaza de la Constitución


Plaza de armas en 1936


Plaza de armas en 1890