Además de usar un nombre extranjero en la marca para atraer la atención del público, Salvador López Chávez logró promocionar bien su producto derivado de una campaña que consistió en material publicitario en diversos puntos de la ciudad, anuncios en programas de radio, eventos y hasta la creación de artículos como calendarios o llaveros a fin de llegar a más personas.
La primera fábrica se asentó en Pedro Loza 130, en el centro de Guadalajara, y comenzó a vender 60 pares diarios -más de los que se producían en cada jornada-, hasta llegar a casi mil pares en 1946.
Sin embargo, y con varios cambios de sede por detrás, no es hasta 1955 que la empresa zapatera alcanza la cumbre nacional, pues ya se hablaba de una distribución de hasta 17 mil pares con una red grande de distribución en el país hasta alcanzar incluso Los Ángeles, California para finales de la década.
Hay dos momentos que se le recuerdan a la empresa: el primero es la fabricación de zapatos a la marca Adidas durante los Juegos Olímpicos de México en 1968; y la fabricación del primer par de tenis Nike, ya que su fundador, Phil Knight, acudió a la zapatera mexicana luego de que en 1971 tuvo problemas con los fabricantes de la marca de calzado deportivo que comercializaba. Así pues, el estadounidense le realizó un pedido a Calzado Canadá de 3 mil pares de tacos de fútbol de cuero.
Con la muerte de su fundador, en 1976 la familia se hace cargo de Calzado Canadá. Los hijos de Salvador López asumen la administración, no obstante, malas gestiones o decisiones financieras, incapacidad de adaptarse a nuevos procesos de fabricación, el panorama externo y la llegada del calzado asiático -mucho más barato-, comenzaron a suscitar afectaciones en la empresa.
En 1993, con la llegada del mercado asiático, la producción de zapatos bajó a 12 mil pares diarios, y entre 1994-1995, con la crisis financiera, el grupo Canadá llegó a tener un gran endeudamiento con un acumulado de 60 millones de dólares.
En 1997 Bancomer asumió el 80 por ciento de las acciones de la empresa y a finales de 1999 destinó 290 millones de pesos para liquidar la deuda. Al final, en 2002 se decide vender a Coppel, lo que dio paso a que en 2004 las pocas tiendas que sobrevivían se conviertan en Coppel Canadá.
Fotos y texto https://www.eloccidental.com.mx/
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