Antigua calle de Santo Domingo año de 1924, donde se puede apreciar estos bellos inmuebles que años después fueron demolidos cuando se amplió la calle para transformarla en la actual avenida Alcalde. Doña María Ignacia Ceja viuda de Farías, quien era entonces propietaria en los años 1949-50 de la emblemática Casa de los Perros cuando se amplió dicha calle, tomó la acertada decisión de evitar la pérdida de la casa y contrató a los ingenieros Enrique Martínez Negrete y José Fernández del Valle, para salvar la fachada. Se dieron a la tarea de enumerar pieza por pieza (cantera por cantera), fueron cuidadosamente retiradas, se acortó la finca perdiendo casi 10 metros de su terreno, y posteriormente fueron colocadas las mismas losas en su posición original. Gracias a esta obra de ingeniería que no fue fácil, prácticamente como armar un rompecabezas, es que aún luce su fachada idéntica.
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