Navidad en los años 70, ir al centro de la ciudad era todo un acontecimiento, recuerdo recorrer la calle de Dionicio Rodríguez y la de Hospicio Cabañas de noche, con mi papa y mis hermanos ver arriba de un edificio, que se encuentra frente al jardín de un costado del Hospicio Cabañas, un famoso anuncio de neón de Pepsi Cola, que en las noches engalanaba el Centro Histórico una pareja de un charro y una china poblana, simulando bailar el jarabe tapatío con luces multicolores, comenzábamos a caminar la Av Javier Mina, en el mercado el mercado San Juan de Dios, también llamado mercado Libertad, vendían cobijas, gabanes, bolsos, jugos de caña, por esa parte de la avenida, enfrente se veía el Cine Orfeón, que recuerdo haber visto, “Los Supervivientes de los andes” y a espaldas de este la famosa panadería “EL Buen Gusto” al llegar casi a la calzada Independencia, la luces de neón lucen en todo su esplendor, la calle ancha de las novias, todavía con paso vehicular, la de Pedro Moreno, los anuncios multicolores hacen que los comercios luzcan lo que venden, la tienda Cadena, el Cine Teatro Juárez, al cruzar la calzada independencia y parar justo en su camellón, voltear para atrás a ver la plaza de los mariachis, eso era una maravilla escuchar el mariachi, continuamos el camino por la Av Juárez, es doble sentido y existían parquímetros de monedas a los dos costados de la calle, no hay lugares de estacionamiento, esta lleno, es de noche, las luces y los adornos navideños, ya están puestos para la navidad, lucen colores multicolores, conforme caminas te das cuenta del comercio, recuerdo un slogan de un comercio de esos tiempos “yo conozco compro con Orozco”, en el comercio sale de una luz de neón una mano de un personaje con bigotes, aparecen también los lonches de La Playita que se antojan, los aparadores lucen la venta de trajes de charro en “El Charro” y trajes de etiqueta se ven al pasar por la avenida en los aparadores, cruzas la avenida Corona e inmediatamente llega un olor a café, se trata claro del café Madrid, hay un agente de transito al centro de la calle, dirigiendo al tráfico, se escuchan lo silbidos, hay mucha gente, se escuchan los claxon, al llegar a la Av. 16 de Septiembre, esquina Av. Juárez, se ve el adorno gigantesco de neón que cuelga en dicha esquina, en una esquina de ella aparece una famosa tienda de ese momento, entrabas y se olia un olor muy rico, era mágica llena de sabores dulces, café, panes, la tienda vendía desde ropa, juguetes, revistas, colores una gran variedad de antojitos , la navidad era hermosa, dulces, palomitas , galletas, chocolates, cacahuates, nueces caramelos un sin fin de sabores, etc., acertaste se trata de la Tienda de Woolworth, pareciera como si fuese solo un sueño, aquella Guadalajara de noche, grandes marquesinas y letreros luminosos que tenían movimientos hipnotizantes, entonces la ciudad cobraba una vida nocturna muy interesante.
Aquellas tiendas tales como; Casa Favier, El Nuevo París, Tiendas Mayco, Calzado Canadá, La Cadena, La Hemuda, Almacenes Blanco, Chalita, Franco, Mueblería Hernán, Zapaterías Pardo, La Muñeca, Droguerías Levy, Papelerías Carlos Moya, Maxi, La Ciudad de Praga, Ferretería La Palma, Ópticas Calpini, La Copa de Leche, Cervecería La Fama Italiana, Cervecería La Perla, Librerías Font, Almacenes Woolworth, Casa Gómez, Tlapalería La Central, Cine Variedades Carnes Pipiolo, etc. y tantos negocios que daban vida a nuestra hermosa ciudad de Guadalajara, aquellos grandes anuncios de La Pepsi, Cervecería Monterrey, al voltear la vista hacia San Juan de Dios, alcanzabas a ver aquel anuncio que comentábamos al principio del texto la corcholata gigante con dos siluetas que bailaban el jarabe tapatío, llegábamos por fin a la Plaza de las Sombrillas a tomar una soda, la misma la compartíamos, ya que mi papa, nos había comprado una donitas, claro las famosos donitas del centro, hoy solo queda la nostalgia de una ciudad que fue una atracción turística a nivel nacional, sus noches de cabaret, de Teatro, de cines, restaurantes, La Fragola, Churros la bombilla, entonces eran los buenos tiempos, invitar a la novia a comprar una nieve al parque Morelos, a la discoteca del Parque Alcalde, A una velada al Hotel Fénix, al Oasis o al Molachos bar.
ahora mi papa ya no está, tampoco mi hermano mayor, tampoco las sombrillas, ni el famoso anuncio de Pepsi Cola, pero invito a ambos a que bajen y platiquemos, tantos bellos momentos, aquí hay un lugar para sentarse y una sombra que asemeja a una sombrilla, ahora se le conoce como Plaza Universidad esta continuara…
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