Había un cine en Guadalajara que así se recibía al público con azulejos de talavera y herrería en falsas fachadas coloniales que remataban la nave, las ventanas se encendían al apagarse las luces, mientras las nubes del techo daban paso a una noche estrellada.
El cine alameda. Era muy elegante y trataban muy bien a la gente, atención muy amable, tenian personal para buscar tu butaca. Cuando iba a empezar la función sonaba una campana (se suponía del campanario de lado derecho),
Además se usaba como teatro, ahí hacian los festivales de fin de curso de algunas escuelas.
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