jueves, 22 de abril de 2021

Los grandes decoradores de vasos de Tonalá


Difícilmente puede encontrarse en otros países una manifestación industrial, de carácter indígena que tenga la popularidad y que represente una utilidad práctica mayor que la industria cerámica de los indígenas del árido pueblo de Tonalá, cerca de Guadalajara. 

No existe una ciudad, un pueblo, un jacal, en todas las tierras de México, que no posea y utilice los jarros, las ollas, las cazuelas y los botellones, la "loza de Guadalajara"

Los chinos mismos, maravillosos y prolíficos fabricantes de cerámica popular, no han llegado a generalizar tanto la producción de utensilios proveniente de una misma fábrica, o de un mismo pueblo, como los indígenas de Tonalá. Sólo la industria moderna ha logrado hacer llegar a los más recónditos lugares de un país, un determinado producto.

Este curioso fenómeno de popularización industrial, realizado por los artistas tonaltecas, obedece a dos causas: la utilidad práctica de los objetos manufacturados y el gran gusto de sus formas y sus decoraciones.

De todas las industrias nacionales que han sobrevivido a las transformaciones, la más importante de todas, artística y comercialmente hablando, es ésta de la que venimos tratando.

Yo no creo que haya, hecha excepción de la cerámica china, ninguna otra que iguale en belleza a los botellones y a los jarros de Tonalá. Sus formas elegantes, únicas; su decoración sobria, mezcla de un arte primitivo mexicano y un sentimiento persa, dan a estos productos un carácter tan especial, un aspecto tan raro y revelan una tal habilidad técnica, que al mirarlos se creería que son el resultado de una organización artística social de una gran elevación, algo así como escuela cerámica de la antigua Grecia.

Cuando yo he visto a los hombres que pintan esas vasijas, muchos de los cuales no saben ni leer, perdidos, ignorados entre los pliegues de un terreno arenoso, inundado de un espíritu semi religioso, de una tranquilidad y de un equilibrio mental tan raro, dotado de un espíritu de tolerancia hacia sus compañeros, tanto más extraño cuanto más se considere que la base fundamental de toda "relación" entre artistas es la pretensión y la envidia, me he quedado profundamente sorprendido.

Su manera de trabajar al aire libre, el recogimiento y la devoción con que proceden a la decoración de los vasos, su maravillosa habilidad y su gusto exquisito, hacen de esta Colonia indígena una comunidad única en el mundo, por sus virtudes y por su inteligencia, como es único su arte.

Cuando los "jarros de Guadalajara" han pasado las fronteras de México y atravesado los mares, no sólo han sido la admiración de los inteligentes, sino que ha influenciado el estilo y el sentimiento de los artistas europeos. Yo he visto en París, durante las exposiciones de 1912 y 1913, en el salón de otoño y en salones privados, multitud de manifestaciones del arte de la cerámica, completamente influenciados por los humildes jarros en que la gente del pueblo de México hacen el chocolate o beben el insípido atole. Juegos de té, vasos para flores, objetos decorativos, fueron exhibidos con beneplácito del mundo y vendidos en grandes cantidades. Pero lo que más llamó la atención, fue la exhibición de los botellones en un escaparate de la Rue Laffitte, y nadie supo explicar de qué país o a qué parte pertenece aquellos objetos que fueron vendidos al precio de una bella porcelana China.

En Estados Unidos se han visto algunos objetos manufacturados en Tonalá, y últimamente, en San Francisco fueron vendidos algunos preciosos vasos procedentes de aquella región. Hemos podido verlos en las casas de los coleccionistas al lado de las porcelanas asiáticas y europeas, misteriosamente elegantes y extraordinariamente raros, como una flor tropical en un ramo de rosas.

Los maravillosos artífices de Tonalá han tenido más "éxitos" que los artistas oficiales pensionados por los gobiernos de México.

La producción de estos obreros es de tal manera considerable que invade totalmente los mercados de todo el país. No hay casa en México que no posea las famosas cazuelas de Tonalá, los jarros para hacer chocolate y las ollas para cocer los frijoles o los botellones en donde el agua se enfría y se perfuma.

Este pueblo de artistas es una verdadera comunidad dedicada exclusivamente a un trabajo único, y cada uno de sus miembros posee su casa en propiedad y un terreno para cultivar el maíz en las afueras del pueblo.

Bajo el punto de vista exclusivamente artístico, los decoradores de vaso de Tonalá pueden considerarse como los primeros en el mundo, por su originalidad, por su refinamiento, por su habilidad. Todos son artistas en Tonalá. Cada individuo, hombre o mujer, ha hecho algún precioso vaso, pero como es necesario citar algunos nombres, nombraré al viejo Cristóbal Maestro, que fue el que introdujo la loza vidriada amarilla en Tonalá; Ladislao Ortega, prolífico y elegante decorador de vasijas, Zacarías Jimón, enérgico y sobrio; Higinio Galván, Apolonio Maestro y su hijo Pedro, etc.

Doctor Atl

Texto escrito por el pintor y escritor mexicano Gerardo Murillo Cornado, mejor conocido como Doctor Atl y publicado en el libro "Acción. Libro cuarto de lectura" de Carlos Preciado y Ana María Moya, editado en 1935 por la Editorial Moya, ubicada, en aquel entonces, en Morelos 458 en Guadalajara, Jalisco.

Prof. Raúl Hurtado Pérez

sábado, 6 de marzo de 2021

Casa de los perros


Una joya de imagen de la Casa de los Perros después de la ampliación de la Avenida Fray Antonio Alcalde es en la década de los años 40s. Ignacia Ceja murió en esta casa el 4 de octubre de el año de 1952, Ignacia Ceja mandó desmontar y volver a construir la fachada de suma importancia e histórica, cuando el Ayuntamiento tapatío mando ampliar la Avenida Alcalde Mucho tiempo después, el inmueble fue vendido por uno de sus herederos al gobierno de la ciudad. pero... ¿Y que me dicen de la casa de a un lado? hermosa construcción.


Facebook Martín Ibarra
 

Avenida Alcalde

La avenida Alcalde se conoce esta con ese nombre desde 1893, antes los tapatíos la llamaban Santo Domingo.. Admiramos la Catedral y el antiguo templo de la Soledad, desaparecido para dar lugar a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.


 

lunes, 1 de febrero de 2021

Penitenciaria de Oblatos


Esta prisión se llamó " Penitenciaría del Estado", según reza en grandes letras su frontispicio, pero el pueblo siempre lo llamó de Oblatos porque quedó ubicado en el barrio de la ciudad que lleva ese nombre y que a su vez lo recibió de la Hacienda de los Padres Oblatos, en cuyos terrenos se construyó a quinientos metros del pueblo de San Andrés. La fachada de la penitenciaría, según el ingeniero López Aranda, tenía 184 metros por 344 de fondo lo cual demuestra la magnitud del establecimiento.

Fuente: Facebook Guadalajara antiguo

Guadalajara en los 70´s


Hermosa imagen de los 70, las tapatías en minifaldas, paseando por Plaza Universidad, se acuerdan los pantalones acampanados, el cuello Mao, lindos recuerdos

Fuente: Facebook Guadalajara antigua

Pasajes del centro de la ciudad

 


Riquísimas las escamochas y los biónicos que se vendían en el pasaje que se ubicaba por debajo de la Av. Juárez y su cruce con Av. Alcalde.

domingo, 24 de enero de 2021

Fincas de Guadalajara antigua

 

El Sr. Luciano Gallardo Garcíadiego fué esposo de Virginia Glez. Rubio de la Torre hija del Sr. José Maria González Rubio Cornejo y la Sra. Hilaría de la Torre González, el padre de Luciano fue el Lic. Lázaro J. Gallardo. 

Luciano fue cuñado de Ana González Rubio de la Torre casada con Jesús Flores Arriola de quien heredó Casa Cuervo, entre otros muchos negocios, y en segundas nupcias con el sobrino lejano de éste y administrador de sus negocios José Cuervo Labastida, así también, Luciano fue padre de las hermnas Lupe y Amparo Gallardo Glez. Rubio, con quienes vivió en la finca que inicia este enlace, ubicada en la esquina suroriente de la Av. Chapultepec y Av. Vallarta. Lupe y Amparo heredaron de su tía Anita Glez. Rubio, entre otros, la empresa del tequila Cuervo, su quinta en Tequila y la casa en Chapala Villa Ferrara propiedad de Doña Doña Lupe Gallardo y Glez. Rubio, entre otras propiedades.

En 1927 adquiere la finca el Sr. Guillermo Stettner Berhens y su esposa Ma. de la Paz Camarena Romero, en 27,000 pesos.

Facebook. Fernando Brizuela

sábado, 23 de enero de 2021

Origen indígena de Guadalajara


Uno de los datos más interesantes de la Guadalajara , y que es muy poco conocido es el de su origen indígena…

Antes de la conquista Española, en la zona oriente de Guadalajara y en lo que hoy conocemos como la zona de Oblatos habitaba una tribu con una forma de vida distinta a la de los demás pueblos indios, eran los Tecuexes. 

Estos singulares personajes, tenían una tradición de aventura y comercio, una gran destreza para el combate que difícilmente se doblegaba al poderío imperial de los Mexicas, que predominaban por toda la zona y que imponían sus costumbres, sin embargo cuando los mexicas hacían expediciones a estos rumbos continuamente se encontraban con guerreros astutos, debemos señalar que los primeros en utilizar la guerra de guerrillas fueron los nativos de estas zonas los Tecuexes, Bapanes, Cocas, Caxcanes, Guainamotas, Coras, Tocomios, y Tecuales entre otros, a lo que los Aztecas quedaban perplejos por su forma de combatir y solo huían de regreso a su Gran Tenochtitlan.

Estas Tribus Guerrilleras fueron apodadas por los Mexicas como los “CHICHIMECAS” que significa CHICHI=sin MECA=cultura, esta palabra también era entendida como “PERROS ALTANEROS” Tal vez desde aquellas épocas proviene esa rivalidad.

Y dentro de estas Tribus Chichimecas los Tecuexes tenían su zona de asentamiento en el Barrio Tradicional de San Andrés, Huentitán, Colimilla y en el margen de lo que hoy es la Calzada Independencia, cada semana se reunían en un punto medio para el intercambio de mercancías y de información que traían de otras latitudes, algunos consideran que este es el origen de lo que hoy es el baratillo en Guadalajara.

En los antiguos manuscritos se detalla que esta Etnia, era muy amistosa, sin embargo, eran aguerridos si se les intentaba violentar sus costumbres. 

Cuando llegaron los españoles a estos rumbos sufrieron constantes ataques y muertes, uno en especial fue contra el encomendero Juan de Arce, al que se comieron asado, lamentablemente el asesinó mas cruel que extinguió a esta Tribu, fue la viruela.

Publicado 31st July 2012 por Pepe Cabrera-Martinez.


 

domingo, 17 de enero de 2021

Lo que había en lugar de la Plaza de la liberación


Los almacenes de los hermanos Dávalos fueron una empresa muy reconocida y famosa en los años veintes, estos almacenes estuvieron ubicados en las confluencia de las calles Degollado y Morelos. Esta finca como muchas otras fincas de clásico corte español o colonial construídas en el lugar donde se fundó la ciudad, desaparecieron cuando el gobierno del Estado decidió construir sobre sus terrenos La Plaza de La Liberación, que despersonalizó a la capital tapatÍa de su clásica arquitectura

Facebook. Martín Ibarra.